SAL Y SALUD

sal y salud

Últimamente intento cocinar todos los platos sin sal o con la menor cantidad de sal, debido a toda la información que he podido recopilar sobre el impacto que puede tener la sal sobre nuestro organismo.

Pero hace un par de noches fui al cine y pedí un cubo pequeño (190 gramos) de palomitas con sal. Al perder la costumbre del sabor salado me supieron extremadamente saladas (como es lógico) , aunque no le dí más importancia.

Mi sorpresa llegó al despertar por la mañana. Me costó lo que no está escrito poder levantarme de la cama y cuando lo conseguí noté un fuerte dolor de cabeza y tenía una sed horrible. Cuando fui a lavarme la cara y me miré en el espejo tenía los ojos inyectados en sangre y muy inflamados, con bolsas y muchas ojeras. Supongo que a más de uno le sonarán estos síntomas de los sábados o domingos por la mañana… RESACA.

Me dio la risa floja porque no me podía creer que tuviese resaca por comer palomitas saladas, pero sí… por increíble y triste que parezca así fue. Esto me impactó tanto que sentí la necesidad de contarlo y explicar por qué me pasó esto y que así más gente pueda saber acerca del mal que nos puede hacer el exceso de sal sobre nuestra salud.

¿QUÉ SUCEDE EN NUESTRO ORGANISMO CUANDO AUMENTA LA CONCENTRACIÓN DE SAL?

Lo que ocurre se denomina desequilibrio osmótico.

La ÓSMOSIS es un fenómeno físico por el cual se produce un movimiento de solventes a través de una membrana semipermeable.

osmosis

Supongamos una cubeta con dos compartimentos que contienen agua y que están separados por una membrana semipermeable. El compartimento de la izquierda es un medio acuoso hipotónico (baja concentración de sal o solutos) y el de la derecha un medio acuoso hipertónico (alta concentración de sal). Para igualar las concentraciones de ambos medios se produce el paso de agua a través de la membrana desde el compartimento hipotónico hacia el hipertónico. Este proceso permite que ambos medios queden en equilibrio y con la misma concentración, es decir, isotónicos.

Cuando esto ocurre en nuestro organismo, el medio hipotónico será el interior de la célula y el hipertónico el medio extracelular. Para igualar concentraciones, nuestras células, expulsan su contenido en agua por un proceso llamado crenación (el equivalente a la plasmolisis en las células vegetales) hacia el medio extracelular debido a la diferencia de presión osmótica. Este hecho puede llevar a la muerte celular por deshidratación.

¿Alguna vez has escuchado aquello de «no bebas agua del mar o te deshidratarás»? lo que hacemos al ingerir un exceso de sal es exactamente eso pero en menor medida y nos lleva a un cúmulo de toxinas.

Según la Dra. Pilar Mazón, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardióloga del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, «Añadir sal en la comida, tanto en el momento del procesado como en el consumo, es innecesario. La sal empezó a utilizarse para conservar los alimentos durante más tiempo, pero con los sistemas más modernos de conservación, ésta medida no es necesaria y en la actualidad se utiliza básicamente para dar más sabor a la comida.»

Los principales problemas de salud que conlleva un exceso en la ingesta de sal son:

  • Problemas cardiovasculares derivados de la hipertensión arterial como el ictus o accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca o infartos.
  • Consecuencias no circulatorias: dificulta la función de los riñones, disminuye la cantidad de calcio aumentando la tendencia a la osteoporosis y fracturas óseas, retención de líquidos con edema e hinzhazón, favorece el cáncer de estómago por su acción irritante y erosiva sobre la pared del estómago, dificulta la función del aparato respiratorio, favorece el sobrepeso y la obesidad.
[Fuente: AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.)
 

Según la OMS el consumo máximo diario recomendado de sal es de 5 gramos mientras que el consumo de sodio está recomendado en 500 mg/día en adultos.

FORMAS DE EVITAR LA SAL COMÚN Y FUENTES DE SODIO.

Algunas formas de evitar un exceso de sal pueden ser el no echar sal mientras se cocina y procurar añadirla antes de servir el plato o bien en la mesa después de probar el plato.

Según la OMS la cifra media de consumo de sal a nivel mundial es de 10-12 gramos y la mayor parte de la ingesta diaria, el 80%, proviene de productos envasados y precocinados. Por lo tanto, otra buena medida sería evitar consumir dichos productos.

Otra forma de potenciar el sabor es el uso de especias y hierbas aromáticas como el ajo, el cilantro, la pimienta, albahaca, perejil…

De todas formas, con el contenido en sodio de los alimentos en su forma natural así como el agua que bebemos diariamente (alrededor de 2 litros) sería suficiente para cubrir las recomendaciones establecidas y mantener normales las funciones ejercidas por el sodio en nuestro organismo como son la regulación del trasporte activo a través de las membranas celulares o el mantenimiento del potencial de membrana necesario para la transmisión del impulso nervioso y excitabilidad normal de los músculos.

Espero que toda esta información le sea útil a muchos 🙂 A CUIDARSE!